
Un día fue al pueblo y le ofrecieron un caballo. Un caballo negro, hermoso, fuerte y con mucho temperamento. El hombre sin pensarlo mucho lo compró. Se lo llevó a su casa, le puso una silla lo empezó a montar.Cabalgo por una inmensa llanura y volvió a casa.
Era el mejor caballo en el que él había montado, le gustaba tanto que lo montaba todos los días. Cuando montaba en él, era como un solo ser vivo ya que se compenetraban estupendamente y como lo hacían tan bien, se apuntó a muchas carreras. Muchas de ellas las ganó y se hizo popular entre el público.
Pero un día estaba montando y Carlos se cayó, sufrió un gran golpe y se quedó invalido. No podría hacer la cosa que más le gustaba en el mundo: montar a caballo.
Cuando el animal se dio cuenta de que su amo ya no lo montaba, se deprimió y dejó de comer.
La noticia de Carlos salió en los periódicos y un joven inventor llamado Andy, creó una silla especial para que Carlos pudiera montar sin caerse, pro el invento fracasó. No era igual que antes, era como cabalgar en un caballo de mentira, de los que hay en los recreativos de los centros comerciales.
Carlos pensó que vivir inválido sin poder montar, no era vivir y un día a las siete de la tarde cogió una pistola que tenía en su casa se suicidó.
El caballo, que que siguió sin ser ensillado, no comía nada y un día se dejó caer en el establo y murió.
Cuando el suceso salió en los periódicos no decía nada de cómo murieron y esta historia siempre será un secreto para el mundo.