jueves, 11 de febrero de 2010

Cuento de Enero


Érase una vez un niño de nueve años que vivía en Francia en un orfanato ya que era huerfano.
El niño estaba triste por la muerte de sus padres y en el orfanato no tenía amigos.Era un niño muy independiente hasta que cumplió los trece años.
Ese día llegó una nueva huérfana que tenía su misma edad, ella se llamaba Clara.
Cuando la vió, le recordó a su infancia cuando el llegó al orfanato. A él no le había gustado estar solo en aquellos fúnebres momentos, así que se acercó a ella y le preguntó:
- Hola, ¿cómo te llamas?
La chica tardo en contestar, pero finalmente dijo:
- Clara, ¿y tu?
- Yo, Javi
- Hola, Javi
- ¿Qué tal?
- Bueno, aquí tirando...
- Te entiendo...
Pasaron tres meses y estos dos chicos se hicieron super amigos, tanto es así que Javi se enamoró de Clara y cada noche cuando se iba a dormir escribía cosas bellísimas sobre ella. Hizo muchísimas poesías diciendo lo guapa que era.
Pero, desafortunadamente, un día el camión que traía la comida la atropelló.La chica quedó inconsciente en el suelo, la llevaron al hospital en ambulancia y los médicos dijeron que estaba en un coma muy profundo y que sería muy difícil que despertara.
Cuando Javi se enteró, se puso a llorar y corrió a su habitación a encerrarse, y allí, pensando, se dió cuenta de que Clara era la única amistad que tenía en el mundo y que si moría, él moriría también con ella.
Con mucho miedo empezó a quemar todos los poemas y escritos que había hecho sobre ella para no pensar en que esa creación de Dios tan maravillosa podría desaparecer de un momento a otro.
En ese momento, la figura de Clara apareció por la puerta, Javi se quedó atónito y tiró el papel que estaba quemando al suelo, lo pisó y corrió a abrazar a Clara, depués de una corta espera dijo:
- ¡Qué alegría! No sé que hubiera hecho si te hubiera perdido
- Yo tampoco, y ¿qué quemabas cuando entré?
- Esta bien te lo contaré... Hace un tiempo me di cuenta que eres la chica más hermosa del planeta y que te quiero, por tanto cada noche me acuesto escribiendo lo que siento por ti, cuando me enteré de que te podía perder, para no pensar en ello me puse a quemar todos esos escritos.
- ¡Qué tonto!...pero te queda uno ahí, ¿lo puedo leer?
- Por supuesto.
La chica al leerlo se quedó tan impresionada que de su boca no salieron mas que dos palabras, y esas palabras fueron...TE AMO.