lunes, 27 de septiembre de 2010

Mi Cuento ganador de 2º-octubre2009 EL HURACÁN

Había llovido durante toda la noche, pero la mañana parecía despejada. Eran las ocho de la mañana y estaba listo para ir al instituto. Era ya el 10 de junio y por eso me asombró que ayer hubiese llovido. Esos pensamientos me rondaban la mente… pero decidí no hacerles caso e irme tranquilamente al instituto. En el camino me encontré a Inés, mi mejor amiga, y me dijo:- Hola, Juan ¿qué tal?- Muy bien, ¿y tú?- Igual, a propósito, ¿no te pareció extraño el suceso de ayer?- Cuál, ¿el de que estuviera toda la noche lloviendo?- Sí, no recuerdo que haya llovido tanto en el mes de junio… ¿y a ti no te parece extraño?- Bueno… un poco, pero supongo que no habrá que exagerar ¿no?- Sí, supongo…Llegaron al instituto.- Bueno, adiós Inés, te veo en el recreo- AdiósEntré en clase y no podía dejar de pensar en ello… ¿Qué condición meteorológica podría causar eso? Llegó la hora del recreo y cuando íbamos a salir nos encontramos con que estaba lloviendo y hacía un viento horrible. Nos quedamos en el porche pero a medida que iba avanzando la hora del recreo el viento iba creciendo en intensidad. Los profesores nos dijeron que nos metiéramos en clase, que hacía mucho frío y un viento extremadamente fuerte. Yo pensaba y pensaba en qué podía ocurrir… y entonces miré a la ventana y me fijé en que los árboles se tambaleaban...Frío horrible, lluvias y vientos descomunales… y para colmo de repente se apagó la luz. La profesora se levantó, fue a encender la luz y nos dijo que había habido un apagón.En ese momento entró Inés en clase y le dijo a la profesora algo, pero lo dijo tan bajo que solo lo pudo oír ella, y entonces ella explicó: esta chica es un alumna del B y me ha dicho que acaba de subir el conserje y les ha dicho que estos cambios meteorológicos son debido a un huracán que se ha producido solo en nuestro barrio, misteriosamente.De repente me rondaron por la cabeza las imágenes del telediario en las que los huracanes, con su fuerza, se llevan los tejados de las casas…etc, y pensé lo que nos podía pasar… No quería ser pesimista pero no pude cambiar de pensamiento, y desee que no les ocurriera nada ni a mis padres ni a mis hermanas.Fue entonces cuando vi que un helicóptero aterrizaba en el patio, ¡¡venían a salvarnos!! La profesora nos ordenó que bajáramos ordenadamente al distribuidor del edificio. En el helicóptero no cabíamos todos y no fue hasta el tercero en el que me tocó subir. La nave nos llevó a una zona más segura y allí vinieron a buscarme mis padres con mis hermanas, pero, como nuestra casa estaba en zona de peligro fuimos a casa de mis abuelos.Estuvimos allí esa noche y otros dos días hasta que el huracán se convirtió en pequeños vientos.Volvimos a casa y al instituto y allí no se paraba de hablar de ello.Gracias a Dios acabó como una anécdota y no como un desastre.